Al servicio de la vida y la esperanza
Nuestra razón de ser establece que, como mujeres de diferentes naciones y culturas, elegimos vivir juntas en un mundo fragmentado. Queremos revelar el rostro del amor de Dios siendo una presencia humanizadora entre las personas que sufren y están en los márgenes.
A pesar de nuestras fragilidades y limitaciones, Dios nos llama a estar presentes allí donde la persona humana sufre y es vulnerable.
