“Yo he venido para que tengáis vida y vida en abundancia” (Jn 10,10)
La escucha se enmarca en un apartado mayor que es el del acompañamiento.
El acompañamiento toma muchas formas, y todas ellas tienen en común que aportan sentido y luz en nuestro deseo de vivir.
Para aprender a vivir hace falta preguntarse y buscar constantemente.
Cuando nosotros mismos nos ponemos en movimiento, este vivir arranca.
Todos los caminos requieren, porque hablamos de vivir, que tú te impliques.
Para aprender a vivir hay que atender a toda la persona, especialmente en las dimensiones existencial y espiritual.
Si este tema, vital como ninguno, te interesa, y necesitas que alguien te escuche en tus dudas, intuiciones, conflictos, puedes ponerte en contacto con nuestra hermana Manoli, rellenando el sencillo formulario que acompañamos.