Taller de Oración
Franciscanas Misioneras de María, Calle Joaquín Costa, 28 Metro línea 6: República Argentina Autobús : 19, 51, y 16 Teléfono: 633 838 324
Somos mujeres de diferentes razas, países y culturas que optamos por vivir juntas en un mundo fragmentado. Queremos mostrar el amor de Dios, siendo presencia humanizante entre los que sufren y los marginados. Buscamos el encuentro con los demás con humildad y respeto, dispuestas tanto a aprender y recibir, como a dar. Rastreamos la presencia de Dios en la trama de relaciones personales y sociales, y en todo lo que nos afecta y nos toca vivir.
Franciscanas Misioneras de María, Calle Joaquín Costa, 28 Metro línea 6: República Argentina Autobús : 19, 51, y 16 Teléfono: 633 838 324
El 16 de septiembre le dije sí al Señor para comenzar esta nueva aventura del Prenoviciado con Él. Tuve la suerte de poder estar acompañada de mis amigos y amigas…
Once personas adultas recibirán el día 8 de Abril, en la catedral de Pamplona los sacramentos de Iniciación cristiana, Bautismo, Confirmación y Comunión. Sus testimonios revelan historias dispares. Domingo a…
El hombre, la mujer, somos buscadores; nuestra hondura huye del vacío, busca el origen, la meta. Nos buscamos a nosotros mismos … ¿Y si es el sentido el que nos…
Conocí a las hermanas con 23 años en un campo de trabajo en un pueblecito de Burgos. La acogida, la alegría, el cariño y el cuidado de ellas fue espectacular. Han sido un pilar en mi fe y en mi vida. Un regalo, un testimonio de vida alegre y sencilla, un ejemplo de entrega y coherencia, de vida plena y de saber qué es lo importante en la vida. A veces compañeras, a veces madres, a veces amigas. Un reflejo de lo que Dios me quiere.
Hace 10 años mi hermana mayor comenzó una experiencia en la que, durante un tiempo, estuvo viviendo en la casa de las FMM. Lo que más me ha impactado de ellas es que irradian a Cristo y a María a través de su acogida y cariño demostrado de mil formas, pero, sobre todo, a través de la acogida en su hogar.
Conozco a las FMM desde que era pequeño. Al principio las veía como una especie de super mujeres que se iban a los lugares más remotos del mundo a ayudar a los más necesitados jugándose la vida. Según he ido acercándome más a ellas he descubierto unas mujeres que viven el mensaje de Jesús adaptándolo a la realidad de nuestros días. Destaco de ellas su gran comprensión, proximidad y un grandísimo bagaje cultural y experiencia que les hacen resolver todas las dificultades que surgen en sus obras y proyectos. Obras siempre para hacer un mundo mejor y proteger todas las maravillas que Dios ha creado.
Conocí a las Franciscanas Misioneras de María cuando tenía 14 años en la residencia de estudiantes que tenían en Burgos, fueron unas verdaderas madres para mí, toda su dulzura, humanidad y lo más importante esa enseñanza que me aportaron de vivir la fe. Estoy eternamente agradecida.